Roca Rey saludó a la verónica al primero de su lote, intercalando con chicuelinas y con una revolera como remate en el centro del ruedo. Bonito y apasionante duelo en quites entre el torero peruano y Alejandro Talavante, haciendo entusiasmar a la Nuevo Progreso de Guadalajara.
Roca Rey firmó una gran faena frente al ensabanado de Jaral de Peñas, en la que la firmeza de plantas, la apabullante autoridad, la improvisación y la emoción fueron los pilares fundamentales. Grandes series de muletazos sobre ambos pitones, con una gran dosis de valor y extrayendo todo lo que el astado llevaba dentro. Final de faena vibrante, con Roca Rey ejecutando muletazos con el toro pegado a tablas, y donde incluso llegó a ser volteado.
Con la plaza en pie y en medio de un clamor, el torero peruano culminó su gran obra de un
sensacional espadazo que tumbó al de Jaral de Peñas sin puntilla. El presidente no atendió la petición unánime del doble trofeo y únicamente concedió un apéndice, por lo que fue fuertemente abroncado. Andrés Roca Rey se vio obligado a dar dos vueltas al ruedo con la oreja ante la insistencia del público.
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