BARRERA DE SOL
TRARDE SIN TRIUNFO
Manolo de la Laguna
De pronto la doña, o sea, la distinguida señora Manchega, se nos desconchinfló, un feroz resfriado la envistió con fuerza, por lo que hubo necesidad de llamar a la jefa de sus servicios médicos, quien de inmediato llegó a casa, la vio, la recetó y se retiró y nosotros, como Pedro el Indio, salimos de tras de ella a comprar los medicamentos prescritos.
Afortunadamente la cosa no llegó a mayores y la doña ya está al cien, por lo que de inmediato le
ordenamos limpiar la casa porque había hecho mucho aire y tirra y aquello estaba del asco; terminadas sus obligaciones como ama de casa y para que acabara de recuperar fuerza y vigor, le compramos un sabroso caldo tlalpeño que saboreó con singular alegrìa. Fin de la historia.
Ahora pasemos al festejo taurino del domingo pasado donde la plaza México, sigue teniendo pobres entradas; ahora se corrieron reses de Fernando de la Mora; fueron 8 toros 8 en total y de los ocho, fuera de tener presencia, carecieron de lo que todo toro de lidia debe tener, bravura.
El cartel estaba bien confeccionado, un francés y dos mexicanos, quienes vestidos de luces hicieron el paseíllo en la gran plaza; de azul y oro Sebastian Castella y en sus flancos Octavio García, de gris perla y oro y Juan Pablo Sánchez, de rosa y oro; lamentablemente la tarde no olió a champagne, ni a tequila, mezcal o sotol, aunque los alternantes, estando muy por encima de la astaos, mostraron sus buenas hechuras como toreros, finura, elegancia y pinceladas de arte, sin redondear la tarde, por culpa de los bueyes de mi compadre.
Sebastian toreó 3 toros 3 porque regaló uno, se llamaron: "Espanta Suegras", que no espantó a nadie; aplausos; "Mi tx" que no dio color; un aviso y "Río Dulce", con el que el hijo de... María Antonieta, logró mostrar un poquitín de su toreo, de su arte, siendo algunos de sus muletazos, coreados fuertemente con el ole, por la poca parroquia que había en los tendidos; desgraciadamente el galo se pone pesao con La Escalibur y deja escapar la oreja que había ganado con su muleta de buen torero. Vuelta al ruedo.
Octavio García, también se enfrentó a tres bichos porque también regalò un burel, que fueron: "Quitapenas, que más bien dio pena; El Payo saludó desde el tercio;
"Gitanillo" que no tuvo gracia ni para embestir; un aviso y "Mar de Nubes" con el que el queretano volvió a escuchar otro aviso, por fallar con La Joyosa. No sabemos si Octavio, sigue siendo el rubio que todas quieren.
El cartel lo cerró Juan Pablo Sánchez, quien por falta de emolumentos -suponemos- no regalò ni "mais", solamente se enfrentó a "Bandolero y a Fina Estampa"; el hidrocálido dejó ver su buen toreo, su sentido del temple, pero sólo pudo escuchar aplausos y un aviso, por sus fallas con el alfanje.
Los subalternos Fernando García y Rafael Romero, saludaron desde el tercio, por estupendos pares de banderillas, levanto muy bien los brazos y asomándose al balcón. Vale.
Por; Manolo de la Laguna
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